En Sudáfrica no hay una o dos manadas de elefantes, sino miles. Forman parte de un rico ecosistema que les permite vivir en libertad en su hábitat natural en numerosos parques y reservas a lo largo y ancho del país. Por eso, durante los años hemos llegado a conocerles muy bien. Y hemos aprendido algunos detalles de estos espectaculares paquidermos que puede que aún no conozcas:

1.    Viven en una sociedad matriarcal, en la que los jóvenes machos son expulsados del grupo a los 12 años, mientras que la hembra más adulta es quien lidera el grupo y protege las crías de los enemigos. La trompa juega un papel importante en este proceso ya que sirve para levantarlas, empujarlas y ayudarlas a caminar. 

2.    El periodo de gestación del elefante es de 22 meses, el más largo de todos los animales terrestres, y al nacer pesan alrededor de 115 kg.

3.    No son capaces de sudar por lo que suelen bañarse en lodo para refrescarse, o se abanican con sus propias orejas los días de calor.

4.    Cuando son adultos duermen de pie. Sólo cuando son pequeños descansan recostados en el suelo.

5.    Los elefantes pasan 16 horas al día comiendo. Pueden consumir más de 220 kilos de comida al día. Son animales que recolectan su comida con las trompas, alimentándose de hierbas y de la corteza de algunos árboles mientras que durante la temporada de lluvia aprovechan la comida que crece en el suelo.

6.    Es el único animal de 4 patas que no puede saltar.

7.    Un macho adulto africano puede llegar a alcanzar un peso de 6 a 7 toneladas. Ya te lo habíamos dicho…¡Es el más grande de todos los animales terrestres que habitan el mundo hoy en día!

8.    Producen diversos sonidos dentro de una variada gama para expresar diferentes emociones. El más conocido es el barrito, que es el que hacen cuando está asustados. También utilizan infrasonidos que les permiten comunicarse con otros elefantes situados a varios kilómetros de distancia. Estos sonidos (de frecuencias de hasta tan sólo cinco hertzios), son transmitidos, además de por el aire, a través del suelo. Los elefantes pueden detectar mediante las patas antes de llegar a sus oídos porque la velocidad de propagación del sonido es mayor en el suelo.

De todas formas el año pasado recibimos una curiosa noticia: se está experimentando incluso con métodos anticonceptivos para estos animales. La provincia de KwaZulu-Natal, en el sudeste del país, va a comenzar a aplicar un proyecto que llevan probando más de una década, una inyección que bloquea la respuesta del sistema inmunológico a la recepción de esperma. "Ralentizar la tasa de crecimiento nos dará tiempo para alcanzar otros objetivos de biodiversidad, como la expansión geográfica, sin tener que sacrificar a los elefantes", explica Catherine Hanekom, ecologista de la organización Ezemvelo KZN Wildlife.   A diferencia de otras áreas de África, donde los elefantes han disminuido hasta niveles preocupantes debido a la caza furtiva y la pérdida de su hábitat, en Sudáfrica han aumentado de manera estable por lo que resulta más que probable encontrar más de una manada al visitar ciertas áreas, hecho por el que nos sentimos verdaderamente entusiasmados.

No existe experiencia que pueda compararse con la observación directa de elefantes a pocos metros de ti, disfrutando de la libertad, los juegos y las muestras de cariño que se intercambian entre sí. El hecho de poder disfrutarlos sin una valla que limite su autonomía dista mucho de otras imágenes a las que lamentablemente estamos acostumbrados. Algunos circos, determinados zoológicos poco éticos e incluso ejemplares obligados a realizar trabajos forzados en algunos países de forma ilegal no sólo les ubican en contextos antinatura, sino que son capaces de eliminar la amabilidad de sus ojos y alegría de sus comportamientos. Por mucho que su ingente tamaño y rugosa textura nos recuerde a enorme piedra inmune a lo que le rodea, está demostrado que los elefantes son animales extremadamente sensibles e inteligentes, capaces de mostrar emociones consideradas humanas, como compasión, altruismo, amor y felicidad, pero también signos de estrés y comportamientos postraumáticos si no se encuentran en el entorno adecuado. 

Sudáfrica puede enorgullecerse de haber sabido conservar e incentivar numerosos espacios donde estos fascinantes animales habitan en su contexto natural, en reservas y parques que encuentran el equilibrio ideal entre su libre albedrío y la presencia humana durante paseos y safaris, para que tanto ellos como nosotros podamos seguir compartiendo momentos mágicos en sintonía con la naturaleza.

9.    Las líneas que surcan las orejas de los elefantes son lo mismo que para los humanos las huellas dactilares, cada una es única e irrepetible. Además, las enormes orejas del elefante africano son tres veces más grandes que las del elefante asiático y son usadas para el señalamiento y para regular su temperatura corporal.

10.    En términos humanos la trompa del elefante representa la nariz, con el labio superior y los orificios nasales atravesándola a lo largo, pero la utilizan para muchas más cosas que para respirar. Los elefantes usan sus trompas para rascarse los ojos y las orejas, defenderse, coger comida, agua y para tirar objetos. La trompa es un órgano exploratorio, mucha de la experiencia del elefante proviene de su trompa.

En Sudáfrica hay tantos elefantes que se ha llegado a considerar un país con zonas de superpoblación. Obviamente no los encontrarás caminando tranquilamente entre las calles de Ciudad del Cabo o las carreteras de 

Johannesburgo, sino que la mayoría habitan en reservas naturales donde viven en libertad, y se encuentran protegidos en parques especializados como el Parque Kruger o Addo Elephant National Park, los mejores lugares para disfrutar de safaris de lujo. Aunque resulta complicado aventurar cifras exactas a día de hoy, según informes recientes la población no para de crecer: un recuento a finales del 2007 estimaba que sólo en la zona que ocupa el Parque Nacional de Kruger habitaban 12.427 ejemplares en el 2006, 13.050 en 2007 y la cifra llegó a los 16.315 en 2009 .

Las preocupaciones sobre el impacto de la sobreabundancia de los elefantes locales han sido temas de debate e investigación, provocado que el Gobierno convocara un grupo de expertos para examinar la cuestión. Esto dio lugar a una evaluación científica completa de las consecuencias de las distintas estrategias de gestión de elefantes, y a grandes rasgos, llegaron a la conclusión que las acciones en conservación y gestión de los problemas del elefante africano, al menos en grandes áreas, debería centrarse más en la alteración de la distribución de los elefantes que la preocupación por los números totales de la suma de todas las áreas. 

Además resaltan que no existe una estrategia de manejo de poblaciones única que funcione en todas las circunstancias, sino que deben seguirse opciones diferentes dependiendo de las características del territorio y los ecosistemas donde se encuentran. 

Descubre las actividades más emocionantes de Sudáfrica haciendo Click aquí.